PABLO PICASSO: “LOS TRES Músicos”

Lic. Mario L. Florán

Esta obra nos lleva a elaborar el presente artículo, la hipótesis sobre la posibilidad de encontrar aún obra de Picasso inédita.   La técnica de producción artística del pintor, el análisis de algunas de sus obras, en particular “Los Tres Músicos”, las técnicas utilizadas y finalmente el descubrimiento de antiguas obras de su producción en períodos marcados por el “caos de Picasso”, nos permite sugerir que aún es posible descubrir obras pérdidas para los procesos de catalogación y por consiguiente, para la historia del arte. 

Sobre “Los Tres Músicos”

La obra “Les Trois Musiciens” – “Los Tres Músicos” (Museum of Modern Art – New York. 201 x 223 cm. Oil on canvas) nos proponemos realizar un análisis formal de su estructura y de contenidos de esta versión, siendo esta tal vez de las dos que existen, la que posee con mayor fuerza el espíritu sardónico en su composición.

El sardonismo[1] adjudicado a la obra en cuestión puede estar anticipando algunos rasgos que luego desarrollaría en su etapa surrealista. 

La obra constituye un homenaje y una recreación de la vida bohemia y de sus amigos Guillaume Apollinaire y Max Jacob[1], fue realizada en el verano  del año 1921 estando Picasso de vacaciones en Fontanebleau  con su esposa Olga Khokhlova y su primer hijo Paulo.   En ella se esfuerza e influencia en recrear y representar a los personajes de la comedia clásica italiana: Polichinela, arlequín y un fraile. 

Una reflexión sobre el contenido de los tres músicos: siendo sus personajes de caracteres tan disímiles por la representación y significancia de sus atuendos, quizás provengan de la nostalgia del pasado y la bohemia que sentía el autor.  La obra le permite unir a sus amigos aleatoriamente  por un instante y una partitura a través del tiempo.

Es posible que la elección de la vestimenta de los tres personajes esté influenciada por la experiencia de Picasso con la compañía de Ballet Ruso y la obra “Parade” basada en un poema de Jean Cocteau, más el conocimiento y estudio de la comedia del arte italiano[2]

:

  • Polichinela/Pierrot (Guillaume Apollinaire) ejecuta la flauta o clarinete (a la izquierda en la composición)
  • Arlequín (Pablo Picasso) ejecuta la guitarra (centro de la composición).  Notable la españolidad manifiesta de Picasso, se pintó como el arlequín con los colores de la bandera española (rojo y amarillo).  Otro detalle posiblemente atribuible a su españolidad, es el sombrero del arlequín que tiene características de similitud a una gorra vasca.
  • Fraile/Monje (Max Jacob) canta con partitura (derecha).  Es posible que la elección  de representar  a su amigo Max Jacob como un fraile, se debiese por la adopción y transformación místico/religiosa que éste abrazó, en su intento de integrarse a la sociedad de su época a través de la conversión en cristiano y su vida en un convento. 

Se encuentra en el cuadro representado otro amigo: el perro que está bajo la pequeña mesa, entre las piernas del polichinela y el arlequín como una presencia constante y fiel.

Estamos en presencia de una obra tardo-cubista realizada en un periodo en que Picasso desarrolla una peculiar “Vuelta al orden” de su producción artística, retorno a la figuración y al clasicismo.  Pero también esta obra es considerada cumbre del cubismo sintético[3], con la carga anexa de ser una autentica recopilación  de todas las experiencias precedentes que tuvieron  su origen en la emblemática y fundamental obra: “Las Señoritas de Aviñón” (óleo sobre tela, 243,9 x 233,7 cm, año 1907).

“Los Tres Músicos” es una obra, en sus dos versiones, del tipo monumental en su composición.  Las figuras se encuentran en una actitud rigurosamente frontal como una puesta en escena, pareciendo estar armadas en planos y formas geométricas superpuestas sin profundidad.  El  uso de la línea recta está generalizado en toda su estructura, cuadrados y rectángulos de colores brillantes generan las formas. Fondo y figura se confunden entre sí, siendo muy observables sus anteriores experiencias del collage como expresión pictórica en la síntesis de esta obra.

Sobre “el caos de Picasso”

Las obras de Picasso comprendidas especialmente en la segunda década del Siglo XX,  son parte de un período que podemos llamar confuso para sus compiladores y catalogadores.  Fue éste un período durante el cual muchas de las obras del artista se perdieron.  Correspondería realizar la pregunta: ¿Por qué están pérdidas estas obras…? Y nos atreveríamos a contestar: “Por el caos de Picasso…”, caos que marcó también y paradójicamente su prolífica creatividad. 

Tengamos en cuenta que el mayor catalogador y organizador de su obra: Christian Zervos  (1895-1972), recién es presentado a Picasso y contratado para comenzar su trabajo de catalogación, entre los años 1926/1928.  Su fundamental y famoso catalogo en 33 volúmenes editado en 1932, el cual está dedicado a pintura y dibujos, da fe en su extensión de lo prolífico del trabajo generado por el artista.

Su amigo y secretario particular: Jaume Sabartés (1881-1968),  conocido como el “gran ordenador del caos de Picasso”, comienza su trabajo en el año de 1935.  Por eso volvemos a repetir que los períodos fecundos y productivos anteriores a 1930, fueron organizados por  estos colaboradores, quienes no contaban con un conocimiento directo de todas las obras realizadas en los años anteriores y de las cuales muchas ya no estaban en poder del propio artista.  Esta situación impidió  a ambos el haber realizado un concienzudo control de toda la obra, por falta de datos acerca del paradero de muchas de ellas que el propio Picasso no recordaba.

Nos encontramos frente a un período que se encuentra comprendido entre 1915 a 1935,  que marca una brecha significativa en la creación y lamentablemente en el acceso completo a las obras, cuya duración se discute en ámbitos investigativos especialmente de España y Francia.   Se trata de un período de 20 años, lleno de incertidumbre y difícil de clasificar y estudiar para los investigadores de su obra.   En estas dos décadas se dieron distintos lenguajes artísticos y contemporáneos en su producción: en algunos casos simultáneos como el cubismo en todas sus expresiones (analítico, sintético),  el clasicismo en su regreso al orden y el surrealismo de Picasso.

Sobre la técnica

Parece ser que Picasso inventaba a partir de la, primera línea trazada en la superficie en blanco y del estímulo de lo opuesto a la intención primera.  En el documental “El Misterio de Picasso”, que filmó Henri-Georges Clouzot (1907-1977), se puede ver a Picasso empezar pintando un barco y avanzando en el cuadro; el barco desaparece, surge en su lugar un frutero con manzanas y el mar se  transforma en una mesa azul.  El frutero es borrado emergiendo de la mancha una cabeza, la mesa se convierte en cuerpo, la cabeza queda cubierta con fluidas y briosas pinceladas, de esta maraña surge otra cosa…, todo en un marco vertiginoso y veloz (orden y desorden espontáneamente), construcción, destrucción, construcción… Sin duda la filmación aporto y contribuyó mucho a mostrar cómo trabajaba Picasso[4].   De esta manera fue como resolvió el retrato de la escritora, poetiza y coleccionista norteamericana Gertrud  Stein.  Picasso no logró realizar la pintura en las muchas sesiones en que ella posó para la realización de su retrato, la pintura pudo ser terminada en una sola sesión rapidamente y de memoria.

Los pintores chinos no pintaban sus paisajes del natural, parece ser que su técnica se basaba en la mirada atenta en el paisaje y sus detalles para luego ser plasmados…  Al igual que  los pintores chinos, Picasso tenía el don de captar lo esencial, tal vez por ello pudo explotar ese don en tantos terrenos diferentes y para nada sencillos a lo largo de toda su obra.

Dicho de Picasso: “Cuando no tengo azul pongo rojo”  da cuenta de la actitud experimental del pintor sobre el color y la forma.  Nos habla de la periferia de sus composiciones, del entorno de las herramientas y materiales que rodean su obra, de la acción de pintar instintiva y espontánea.  Otro caso interesante, es el uso casi permanente de pinceles cuya cerda esta endurecida o mal lavados, generando de esa manera (lo cual es apreciable en muchas obras de todos los periodos de su creación) “empastes peculiares” y “arrastres de pincel”.    A esa forma de trabajo en Picasso, la denominaremos como constante y serán datos de mucha significancia a la hora de realizar estudios de autoría, sobre obras con característica puntuales de ser óleos sobre tela del artista malagueño.

Sobre el caso de la experimentación constante y el tema de los formatos en obras al óleo sobre tela, nos interesa trasmitir las acertadas opiniones de una especialista en la obra de Pablo Picasso, la Lic. María Teresa Ocaña:   “(…) No todos han de ser grandes lienzos sino que ha de haber un laboratorio de experimentación, básico para formar la carrera de un artista. Hablamos de pequeño formato que se pueden quedar finalmente en ellos o en un destino final de grandes lienzos…”[5]

Esa cita, apoya esta manera dual de construcción de la obra, por un lado composiciones respaldadas por decenas de bocetos preparatorios y preliminares de obras finales como los que rodean al “Guernica” (óleo sobre tela, 3,5m x 7,8m, año 1937) y otros ejemplos como “Tres mujeres en la fuente” (óleo sobre tela, 205 x 173 cm, año 1921).

Es relevante mencionar la gran importancia que tienen los dibujos y bocetos[6] preparatorios teniendo la posibilidad de contar con estos y su clasificación para entender la estructura creativa de Picasso. Además de los estudios investigativos de sus obras maestras se ha llegado a la conclusión y estando de acuerdo los expertos en su obra que: “…en la obra de este artista cuando más se busca más se encuentra…”

Sobre el descubrimiento de obra perdida

Mencionaremos el caso judicial[7] llevado en Francia sobre las 271 obras desconocidas de Pablo Picasso y halladas en posesión de un electricista que trabajó para el pintor.  Todas las obras pertenecen al período que estuvimos haciendo mención en estas páginas.  Las mismas están realizadas utilizando técnicas mixtas sobre papel, abarcan el período que hemos descripto y mencionado en el mito del “caos de Picasso”.   Todas las obras estaban sin firmar y casi sin fechar, motivo por el cual su poseedor se contactó con la Administración Picasso para lograr los certificados de autenticidad.

Sobre las razones de la disputa por  las 271 obras, no entraremos en detalles ni opinión por tratarse de cosa juzgada y no ser material afín con lo que se quiere rescatar del suceso.  Nos interesa resaltar que las obras son totalmente desconocidas y producidas en el primer tercio del siglo pasado.   Actualmente las obras están en poder de la Administración Picasso, que al ganar dicho litigio han impedido su dispersión y están dedicados a su estudio para ser agregadas a la catalogación de los periodos a los cuales pertenecen.

El hallazgo fue fortuito y las obras podían haber quedado en las sombras del desconocimiento tal vez por muchos años más, el caso nos interesa como ejemplo que aporta a favor de nuestra hipótesis sobre la existencia de obra aún no descubiertas.   Quisimos hacer mención y advertir sobre la posibilidad que estas situaciones se repitan en mayor o menor grado,  ya sea en la vieja Europa donde el autor desarrollo su obra o en cualquier continente, país o ciudad pues las obras viajan…

Unas reflexiones finales

Consideramos que la creación de la obra “Los Tres Músicos” (versión del MOMA), es fruto exclusivo y espontáneo de su imaginación, al combinar el grupo musical con sus dos amigos y los personajes de la comedia clásica italiana.

Picasso tiene que haberle dado mucha importancia  a esta obra, que por su dimensión y tamaño es casi un cuadrado que mide: 201 x 223cm., a tal punto que hizo dos versiones diferentes de la misma.  Sin embargo, aún no se tiene conocimiento alguno de la existencia de estudio preparatorio o significativo de esta obra[8].  Este dato es fundamental para comprender que la obra en cuestión  puede pertenecer a la manera espontánea de sus construcciones pictóricas y material de estudio de nuestra propuesta hipotética.

Las dos versiones fueron concebidas y nacieron con un formato gigantes en el laboratorio de Picasso, realizadas en el sentido contrario de muchas otras obras que cuentan con grandes cantidades de dibujos preparatorios, como ya hemos mencionado.

Las medidas de las obras mencionadas son:

  • La versión de “Los Tres Músicos” que se encuentra en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York, mide: 201 x 223 cms. Óleo sobre tela. 
  • La versión de “Los Tres Músicos” que se encuentra en el Museo de Arte de Filadelfia, mide: 203 x 188 cms. Óleo sobre tela.

[1] Guillaume Apollinaire muere en 1918 (al término de la I Guerra Mundial en la que fue herido), en tanto Max Jacob muere en un campo de Concentración en 1944.

[2] “El Ballet de Parade” de Sergei Diaghilev. Pablo Picasso diseño los disfraces y escenarios de las obras del Ballet en 1916/17).

[3] Cubismo movimiento artístico que considera el volumen como atributo más importante de los objetos y trata de expresarlo plásticamente a través de figuras geométricas, planos simples, amplios y volumétricos con una imagen de la realidad dispuesta en profundidad.   Escuela artística que se caracteriza por la representación de los objetos bajo forma geométrica. Fuente: Larousse diccionario – 1996 – México.

[4] Fuente consultada: www.fotograma.es /películas.

[5] Fuente: Farodevigo.es/secciones/noticias.

[6] Boceto: Primera forma que realiza un artista de una escultura, pintura o una composición.    Boceto: Ensayo que hace el artista antes de empezar una obra. / esbozo/bosquejo. Fuente consultada: Diccionario Larousse. México 1996.

[7] Tiempo Argentino/cultura/año 1/Nº 198/martes 30 de noviembre de 2010.

[8] En “Tout l`ouvre peint de Picasso (1907-1916) en  Les Classiques de l´Art de Flammarion.  Paris.  1977

[1] Se aplica a la sonrisa y la risa de poca naturalidad o que tiene mala intención.

Sobre el autor> El Lic. Mario Floran es Licenciado en peritaje y valuación de obras de arte por la Universidad del Museo Social Argentino. Es miembro de GIVOA y profesor universitario.